Con ocasión del trámite inicial de la Ley de Financiamiento, la consecuente normatividad emitida por la Dirección de impuestos y Aduanas Nacionales – DIAN a lo largo del año 2.019, y el trámite actual que cursa el Proyecto de Ley de Crecimiento Empresarial; cada vez es más claro para el empresario colombiano desde el punto de vista normativo, que la adopción de Factura Electrónica en su negocio es una necesidad imperante, mucho más aun con el inicio del calendario de inicio de obligatoriedad por sectores económicos.
Sin embargo, el mismo empresariado y algunos actores de mercado suelen quedarse en el aspecto meramente normativo, olvidando que la Factura Electrónica, además de ser un elemento de control fiscal, funge como corazón de las finanzas de la empresa. Hoy más que nunca, es vital trascender el concepto normativo de la Factura Electrónica y entender el rol de negocio que juega, pues entre otros beneficios: ayuda a formalizar las relaciones comerciales, permite agilizar procesos como el recaudo y el ciclo de gestión documental entre compradores y vendedores, así como maximizar y focalizar el uso de los recursos y trabajo de las personas en las actividades de Core de la compañía.
Justamente en ese rol de negocio, y teniendo en cuenta la normatividad tributaria vigente del país, es sumamente importante definir oportunamente la implementación de Factura Electrónica por parte del empresario, ya que sin duda a partir del próximo año éste se perfila como un importante factor diferenciador en las relaciones comerciales entre los diferentes actores del mercado Colombiano. Desde Facturo estamos prestos a brindarle la mejor alternativa de Facturación Electrónica y a acompañarle en éste proceso, ya que: ¡En Factura Electrónica somo su Aliado ágil y seguro!
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