Redacción Facturo Colombia
Un innovador estudio conjunto del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) ha revelado un impacto ambiental sin precedentes: la implementación masiva de la facturación electrónica en Colombia ha evitado la emisión de aproximadamente 12 millones de toneladas de CO2 hasta marzo de 2025.
Este logro representa una de las transformaciones digitales con mayor beneficio ambiental en la historia reciente del país, demostrando cómo la tecnología puede convertirse en una poderosa aliada contra el cambio climático.
El poder transformador de lo digital
La drástica reducción en la huella de carbono se atribuye principalmente a cuatro factores clave:
- La eliminación de más de 3.800 millones de facturas físicas cada año
- Una significativa disminución en el consumo de papel, tintas y suministros de impresión
- La reducción del transporte asociado a la distribución de documentos físicos
- Una menor demanda de espacios de almacenamiento para documentación en papel
«La facturación electrónica ejemplifica perfectamente cómo la transformación digital puede contribuir de manera decisiva a nuestras metas de sostenibilidad», afirma Andrea Cortés, directora del Programa de Economía Verde del Ministerio de Ambiente. «Estamos diseñando políticas que aceleren esta transición, especialmente en industrias con alto consumo de papel».
Doble beneficio: ecológico y económico
El informe destaca que las empresas que han adoptado íntegramente el sistema electrónico han reducido su consumo de papel en un impresionante 82%. Este cambio no solo beneficia al medio ambiente, sino también a los balances financieros, generando ahorros estimados en más de 450.000 millones de pesos anuales para el sector empresarial colombiano.
La iniciativa forma parte de una estrategia más amplia que busca alinear los objetivos económicos con la sostenibilidad ambiental. Para 2025, el gobierno nacional planea implementar una nueva política fiscal verde que ofrecerá incentivos tributarios adicionales a empresas que incorporen indicadores de sostenibilidad en sus sistemas de facturación electrónica.
Este caso ejemplifica cómo Colombia está liderando en América Latina la integración de tecnologías digitales con objetivos ambientales, creando un modelo replicable que podría extenderse a otros países de la región y sectores de la economía.